América Latina y el Caribe es el continente con mayor biodiversidad del planeta. Concentra seis de los países más biodiversos: Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela. La región concentra el 60% de la vida terrestre del planeta, y a su vez cuenta con dos de los países con mayores reservas de agua dulce en el mundo: Brasil y Venezuela.
Los desafíos del crecimiento económico, la superación de la pobreza y la desigualdad en la región, contrastan con la riqueza de sus recursos y servicios ecosistémicos. América Latina posee una posición estratégica, dado que aquí se concentran recursos y servicios ecosistémicos que requieren la región y el mundo para construir su futuro. Por eso, es fundamental encontrar un modelo de desarrollo sostenible para América Latina y el Caribe, que genere oportunidades de desarrollo para todos y asegure equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental, con perspectiva de equidad y a largo plazo.
La región tiene el mayor número de especies amenazadas debido al cambio climático, la pérdida del hábitat y la contaminación. Se observa que algunos países y territorios experimentan la disminución de las fuentes hídricas y la desaparición de ecosistemas estratégicos. Los conflictos socioambientales vienen creciendo, complejizándose, y produciendo efectos en la sociedad, comunidades, gobiernos y empresas. Todo ello es un desafío para construir un modelo de desarrollo sostenible.
Transformar estas circunstancias requiere crear un acuerdo social y una nueva forma de gobernanza efectiva, democrática y basada en la ética, donde participen todos, gobiernos, empresas, organizaciones civiles, organizaciones de la comunidad y la academia.
RedEAmérica ha hecho un llamado a las empresas, fundaciones e institutos a promover comunidades sostenibles entendidas como aquellas que construyen democráticamente el desarrollo, entre múltiples actores, buscando el equilibrio entre lo social, lo económico, lo ambiental, humano e institucional con perspectiva de equidad a largo plazo. A partir de la visión de comunidades sostenibles, las empresas, fundaciones e institutos están invitadas a hacer contribuciones al desarrollo socioambiental en los territorios.
Por lo anterior, el FIR Lima 2020, tiene como propósito generar una reflexión sobre los desafíos socio ambientales que enfrenta la región, y sobre el rol y las contribuciones de empresas y fundaciones para construir con otros actores el desarrollo sostenible.